Descubre cómo maridar un vino vegano
El veganismo ha crecido de forma considerable y se estima que alrededor de un 1% de la población mundial se adscribe actualmente a este estilo de vida. Incluso, ya encontramos en el mercado vino vegano, que se ha posicionado como una alternativa para amenizar ocasiones y acompañar comidas libres de productos de origen animal.
Aprendamos a maridarlo a continuación.
¿En qué consiste un vino vegano y cómo Cono Sur obtuvo la certificación?
A simple vista un vino tradicional, Carmenere o de cualquier otra variedad, no tiene ingredientes de origen animal, pero si observamos con mayor detenimiento encontramos que el proceso de clarificación sí puede usarlos.
La clarificación consiste en eliminar de la bebida la mayor parte de las partículas en suspensión antes de embotellarla.
En los vinos tradicionales se realiza mediante ingredientes como albúmina de huevo, ictiocola (proviene de la vejiga natatoria de algunos peces), caseína (proteína derivada de la leche) y la gelatina (que se obtiene de cartílagos de animales).
En la clarificación del vino vegano, se utilizan aditivos en base a arvejas, papas, trigo, bentonita y últimamente se ha empezado a emplear carragenanos, sustancia que se extrae de las algas marinas.
Para identificar un vino vegano, lo más seguro es buscar la certificación V-Label, sello creado en Suiza en 1966, y reconocido a nivel global como la certificación vegana más utilizada.
Viña Cono Sur la obtuvo en 2019 en su rango de vinos orgánicos: Malbec, Sauvignon Blanc, Chardonnay, Pinot Noir y su valioso ensamblaje de Cabernet Sauvignon, Carmenere y Syrah, lo cual los convierte en algunos de los primeros vinos veganos en Chile.
¿Cómo maridar un vino vegano?
Independientemente de que se trate de un Cabernet Sauvignon, un Carmenere, un Pinot Noir, etc., el maridaje debe tener en cuenta los mismos principios que aplicaríamos con una referencia tradicional, por supuesto excluyendo de la receta los productos de origen animal o que los utilicen para su producción (como la miel).
A continuación debemos fijarnos en la acidez, astringencia, aroma, color y cuerpo, procurando una intensidad similar entre comida y vino, que derive en equilibrio agradable al paladar.
Por ejemplo, cuando usamos hierbas y especias sabemos que estas son determinantes en el perfil final del plato y, por lo mismo, resulta recomendable un vino bajo en taninos que nos ayude a reducir la sensación de astringencia, como el Cabernet Sauvignon, Carmenere y Syrah, de Cono Sur que, además de caracterizarse por sus aromas a ciruelas, bayas y frutos secos, sabe generar en boca una jugosa combinación de cepas que cautiva por su exquisita concentración de frutos negros y rojos, en armonía plena con delicados taninos.
Si la situación amerita un vino refrescante, delicado y jugoso, para acompañar platos cítricos y vegetales en general, el Sauvignon Blanc es una excelente opción, que por cierto también combina a la perfección con platos salados.
Por otra parte, las legumbres o el seitán (preparación a base de gluten de trigo) suelen jugar el papel de la carne en los platos veganos y, por lo tanto, pueden demandar un tinto o un Cabernet Sauvignon. Al igual que las berenjenas y otros alimentos similares a la brasa.
La comida picante también puede maridar con vinos de azúcar residual más alta que ayude a refrescar la picazón. Mientras que productos con aromas terrosos como las setas encajan a la perfección con un Pinot Noir, aunque las frutas negras y rojas combinadas con el sabor a roble tostado y taninos suaves del Cabernet Sauvignon, Carmenere y Syrah pueden salvarnos en el maridaje de este tipo de platos.
Si quieres saber más sobre vinos y maridaje, visítanos en Cono Sur y descubre cómo nuestras certificaciones orgánicas y veganas contribuyen con un desarrollo vitivinícola más consciente.