Pinot Noir: el fruto de condiciones geográficas especÃficas
Para obtener un buen vino son muchos los factores que entran en juego, los cuales van desde las horas diarias de sol, la calidad del suelo o del agua y el tipo de vid a plantar, entre otras. Sin embargo, a grandes rasgos podemos decir que las condiciones geográficas son uno de los aspectos que más influyen -y de forma directa- en la calidad de un vino como el Pinot Noir.
El Pinot Noir chileno es una de las cepas más apreciadas a nivel global. Prueba de ello es el Bicicleta Pinot Noir, el cual se ha posicionado como el más vendido en el Reino Unido y, Viña Cono Sur -productora de este gran tinto- reconocida por la revista Drinks International como la undécima marca de vinos más valorada en el mundo. Una viña sustentable que ha sabido ganarse un lugar entre grandes referentes del mundo vitivinÃcola.
Una de las causas más importantes, tiene relación con las condiciones geográficas que dan origen al Pinot Noir chileno. A grandes rasgos, las localidades vitivinÃcolas del paÃs están resguardadas por la Cordillera de los Andes por el este, el Océano PacÃfico al oeste, el desierto de Atacama en el norte y los hielos milenarios del sur. Ello, sumado a las horas adecuadas de sol, una tierra rica en minerales, aguas provenientes del deshielo cordillerano y el clima seco durante el perÃodo de maduración, generan el escenario ideal para su producción.
La mezcla perfecta de diversos factores
Aunque el Pinot Noir tiene sus orÃgenes en la Borgoña francesa -con suelos de alta mineralidad y un clima fresco-, en Chile ha encontrado el escenario perfecto para crecer y generar vinos de clase mundial, ya que en ambos lugares encontramos suelos ricos en minerales, un clima idóneo y los perÃodos de sol que esta cepa requiere.
Hablamos de una variedad que prefiere climas frescos y estables por sobre lugares de alta oscilación térmica, condiciones que permiten que el Pinot Noir -en lÃneas generales- sea un vino con tanta diversidad de aromas (frutos rojos, frutillas, cerezas, etc.), con cuerpo suave y una textura ligera, muy agradable al paladar. Por otro lado, cepas como el Cabernet Sauvignon o el Carmenere prefieren la tierra semidesértica y, por ende, un clima más cálido.
Pinot Noir chileno: un tinto de clase mundial
Aunque esta cepa puede encontrarse en Francia, Nueva Zelanda y algunos lugares de California -entre otros-, el Pinot Noir chileno ha sabido diferenciarse del resto gracias a las condiciones geográficas, climáticas y, desde luego, los procesos productivos propios de una viña sustentable.
En la actualidad, los valles de San Antonio y Casablanca constituyen los escenarios con las condiciones ideales para dar vida a esta variedad. Además, hay viñas -como Cono Sur- que cuentan con una producción orgánica y prácticas sustentables capaces de dar vida a un Pinot Noir orgánico único en su tipo.
Viña Cono Sur cuenta con un Pinot Noir en cada marca de su portfolio de vinos, en el que Reserva Especial es un excelente exponente del Valle de San Antonio y 20 Barrels del Valle de Casablanca. Finalmente, vale la pena recordar que el Pinot Noir chileno es un tinto que se caracteriza por sus tonos aromáticos que oscilan entre frutos rojos, especias y flores. Para disfrutar al máximo de sus cualidades, recomendamos beberlo a 14° C, la temperatura ideal para un vino tan expresivo, elegante y fresco como este.